Las cifras de criminalidad en nuestro país se han incrementado, notablemente, en los últimos años. Desde nuestro servicio de cerrajeros en Tenerife queremos destacar que los robos con fuerza en hogares y establecimientos comerciales constituyen el delito más frecuente. Las cajas fuertes son una alternativa para dejar nuestras pertenencias de valor a buen recaudo, pero antes de que te vuelvas loco para escoger el modelo que mejor se adapta a tus necesidades vamos a contarte algunos datos a tener en cuenta.
Cuando pensamos en una caja fuerte imaginamos un lugar seguro para nuestros objetos de valor, lejos de manos indeseadas. Sin embargo, es mucho más que eso, ya que algunos modelos pueden proteger nuestras pertenencias de otros factores, como una inundación o un incendio. Evidentemente, las cajas fuertes con materiales capaces de resistir estos factores externos tienen un precio más elevado, pero en algunas ocasiones, conviene tener estos factores en cuenta.
La clasificación general de las cajas fuertes varía en función del tamaño y el tipo de uso que se va a hacer de ellas, pero también del lugar donde se van a instalar. Por ejemplo, pueden empotrarse en una pared, lo que incrementa sus condiciones de seguridad.
Desde Cerrajería JMD queremos hacer hincapié sobre los posibles tipos de cerrojos para estas cajas de seguridad. Los mismos pueden ser accionados mediante llave, mediante clave electrónica e, incluso, alternando estas dos modalidades. Los sistemas de llave pueden ser traicioneros, ya que no se puede hacer copias y siempre pueden perderse. La seguridad del cerrojo variará en función de la calidad de la caja fuerte seleccionada.
Entre los diferentes tipos de caja fuerte podemos destacar los siguientes:
- Cajas empotradas: Lo más habitual es colocarlas dentro de un armario o empotradas en una pared, detrás de algún elemento que se pueda retirar con facilidad. Lo más adecuado es ocultarlas de las miradas ajenas para que resulten aún más seguras.
- Cajas independientes: Son las más simples, no precisan de ningún tipo de instalación, aunque será necesario contar con un hueco para colocarlas.
- Cajas ignífugas: Están especialmente indicadas para proteger objetos de valor de las llamas, ya que resisten elevadas temperaturas.
- Cajas estancas: Además de soportar las elevadas temperaturas del fuego, permiten un cerramiento hermético que impide la entrada del agua al interior en caso de inundación.