Los ladrones cada vez se esfuerzan más en su trabajo, encontrando sistemas de apertura más sofisticados. Por ejemplo, el impresioning que es una nueva técnica empleada por los delincuentes para abrir cerraduras sin causar ningún daño. Imagínate que a la vuelta de vacaciones no encuentras nada raro en la puerta de acceso a tu vivienda, pero cuando vas a ponerte ese anillo de brillantes que tanto te gusta no aparece por ninguna parte, tampoco encuentras otros objetos de valor. Sí, te han robado, aunque la cerradura no ha delatado a los ladrones. En estos casos, los seguros no suelen cubrir el robo, ya que no hay prueba alguna de que se haya producido una entrada indeseada. Es en estos casos en los que un cerrajero forense puede ayudarte, y mucho.
Desde nuestra cerrajería en Tenerife te contamos que los cerrajeros forenses son profesionales capaces de detectar una apertura no violenta, analizando la cerradura. Además, de esta información pueden determinar la técnica exacta que han empleado los cacos y si han conseguido abrir la puerta o no, incluso llegan a clasificar la experiencia de la personas que han intentado acceder a la vivienda.
Ante el incremento de este tipo de robos, las compañías de seguros buscan la forma de evitar fraudes y dar cobertura a aquellos clientes que, realmente, han sufrido un robo. Evidentemente, una inspección visual superficial no será suficiente para determinar si una puerta ha sido o no manipulada. Estos profesionales analizan todas las marcas que presentan los diferentes componentes de la cerradura.
Los informes generados por los cerrajeros forenses incluyen gran cantidad de información sobre el intento de apertura, señalando durante cuánto tiempo se prolongó, la destreza del delincuente y la probabilidad de que el intento haya sido fructífero.
Si has sido víctima de un robo de consideración y tu seguro no quiere hacerse cargo, en Cerrajería JMD te recomendamos solicitar este servicio para tener un documento con plena validez, que establece si la puerta ha sido finalmente abierta o no. Suele ser una alternativa ideal para diferenciar entre un hurto o un robo. Es evidente que si los ladrones han penetrado en la vivienda se habrán llevado todos los objetos de valor que hayan encontrado a su paso.