Habitualmente no disponemos de una puerta cortafuego en casa. Sin embargo, existen algunas edificaciones en las que es importante contar con este tipo de cerramiento de seguridad, nos referimos a las construcciones industriales, centros comerciales, edificios públicos o de oficinas. El objetivo de este sistema de seguridad es que, en caso de incendio, el fuego no se propague, facilitando, así, la evacuación. Como cerrajeros en Tenerife te contamos que la cerradura de este tipo de puertas es especial, debe ser fabricada con un material resistente a las altas temperaturas.
Las puertas cortafuegos permiten impedir la propagación del fuego en caso de incendio, del mimo modo que impiden el paso del humo entre estancias diferenciadas. De este modo, las personas que se encuentran en el interior de la edificación pueden organizarse, facilitando la evacuación de todas las personas que se encuentran en el interior. En Cerrajería JMD queremos hacer hincapié sobre la necesidad de que estas puertas sean instaladas por profesionales, para garantizar las condiciones de seguridad adecuadas si se produce un incendio. Tanto la puerta como la cerradura deberán aguantar en el peor de los casos.
El tipo de cerramiento de este tipo de puerta depende de las condiciones de la zona en la que se instala y en función de las necesidades de la construcción. Lo más habitual es que la apertura de estos sistemas se produzca mediante barras antipánico, que se accionan mediante la presión de las mismas. Pero también podemos encontrar este tipo de cerramientos con pomos, manillas o cerradura de llave.
Las cerraduras de las puertas cortafuego son una cuestión fundamental para garantizar que estos sistemas cumplirán su cometido en caso de emergencia. Obviamente, los materiales de los que se componen estos elementos deberán ser más resistentes para garantizar un nivel óptimo de seguridad y durabilidad.
Desde nuestra experiencia como cerrajeros en Tenerife queremos destacar que los sistemas para mejorar la seguridad en un edificio no deben entenderse como un gasto, sino como una inversión. No se puede escatimar en un mecanismo que podría ser clave para salvar vidas humanas.