Las cerraduras surgieron en un pasado lejano como respuesta a la necesidad de las personas de incrementar las condiciones de seguridad en sus propiedades. Además, se consideran una herramienta fundamental para proteger nuestras pertenencias de personas ajenas a ellas. Sin ninguna duda, la cerradura fue el principal motivo para la aparición del oficio de cerrajero. En un primer momento, estos sistemas se colocaban para evitar el acceso a personas que no eran bienvenidas, se trataba de cerraduras de piedra o de madera. Si bien es cierto que con el paso del tiempo se fue incrementando el valor y el número de pertenencias que las familias guardaban en sus propiedades y, para evitar hurtos, fue necesaria la evolución de los sistemas de cerramiento. Como cerrajeros en Tenerife queremos hacer hincapié en que, actualmente, existen cerraduras de calidad que son, prácticamente, impenetrables.
Para localizar los orígenes de la historia de las cerraduras tenemos que remontarnos a la cultura de los egipcios, pioneros en la fabricación de sistemas de seguridad para puntos de acceso. Con el paso de los años, otras civilizaciones dejaron su impronta en la evolución de estos elementos, fue el caso de los romanos, que precisaban mejorar la seguridad para mantener a buen recaudo las riquezas que obtenían con sus conquistas. Sin embargo, no fue hasta el Siglo XVIII, en Inglaterra, cuando la fabricación de estos sistemas se estandarizó y comenzó la evolución real de las cerraduras. Sin embargo, un cerrajero norteamericano, Alfred Hobbs, puso en entredicho los sistemas anglosajones al abrir todos y cada uno de ellos. Hobbs afirmó que nadie podría abrir sus sistemas de cerradura y no se equivocó en sus predicciones.
En Cerrajería JMD queremos poner de manifiesto la gran evolución de las cerraduras desde los tiempos de Hobbs hasta nuestros días. Actualmente, existen cerraduras de seguridad que son realmente complicadas de abrir. Además, la tecnología permite innovar en estos sistemas de cerramiento, apareciendo así cerraduras con sistemas electrónicos y métodos de seguridad mucho más sofisticados.
En cualquier caso, según nuestra experiencia como cerrajeros en Tenerife en nuestra profesión es necesario un aprendizaje continuo. La evolución de las cerraduras sigue su curso y no se detiene, frente a sistemas de cerramiento de calidad, los delincuentes encuentran formas más creativas de entrar en fincas ajenas. Por ello debemos actualizar nuestros conocimientos con el objetivo de ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes.