Todos queremos sentirnos seguros en casa o estar tranquilos cuando estamos lejos, convencidos de que nadie ajeno a nosotros entrará en nuestra vivienda. El tipo de cerradura con el que contamos es una cuestión relevante, ya que no todas las cerraduras son iguales. Unas ofrecen más resistencia para una apertura indeseada, mientras que otras están más limitadas. El escudo de la cerradura también es un elemento importante, que determina el grado de seguridad de la misma, ya que es la primera barrera de protección con la que se encuentran los ladrones. Desde nuestra experiencia en el servicio de cerrajero en Santa Cruz de Tenerife te contamos todo lo que debes saber sobre los escudos de las cerraduras.

Empecemos explicando qué es el escudo: se trata de una pieza metálica que se sitúa en la zona del bombín. La importancia de esta pieza reside en su función de proteger al bombín de un ataque indeseado. El grado de efectividad en su cometido dependerá del tipo de escudo con el que se proteja la cerradura, así como el tipo de ataque que lleven a cabo los cacos.

En Cerrajería JMD te presentamos los principales tipos de escudo para las cerraduras, la clasificación se establece en función del grado de protección que ejercen para el bombín:

  1. Escudo semicerrado: Se sitúa en la parte frontal del bombín, ofrece un nivel de protección elevado, ya que al situarse por delante el bombín impide que este pueda ser sustraído. Sin embargo, no protege de rotura, por lo que no ofrece resistencia contra ataques con taladro o fresado.
  2. Escudo cerrado: Un peldaño por encima en cuanto al nivel de protección del sistema anterior. Este tipo de escudo, envuelve al bombín y también protege todo el frontal de la pieza. Sólo deja al descubierto una pequeña ranura por la que se introduce la llave. El único sistema de ataque para este tipo de cerradura sería mediante el uso de una ganzúa.
  3. Escudo abierto: Se presenta alrededor del bombín, por lo que deja al descubierto el perfil del mismo. El grado de protección no es muy elevado, ya que sólo lo protege de rotura. Impide que el bombín pueda ser extraído, ya que al envolverlo los ladrones no podrán agarrarlo.
  4. Escudo magnético: Sin duda es el que más protección ofrece, superior a un escudo cerrado al incluir una pequeña membrana que oculta por completo de la visión el bombín de la cerradura. Esta especie de tapa sólo se mueve para dejar paso a la llave, que además deberá ser magnética. El nivel de protección, con este tipo de escudo, es superior y evita prácticamente cualquier tipo de ataque malintencionado.

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